Zona Satelite!!

El Athletic golea con placidez a un Girona insulso gracias a un 'hat trick' de Oihan Sancet, que ya está en los mejores guarismos de la temporada. Prometedor primer capítulo de Maroan Sannadi, que conectó con la grada y derrochó ganas y potencia.

San Mamés se convirtió en una pequeña gran Venezia. Por ahí paseó cómodamente el Athletic, que facturó a su rival sin despeinarse. Lo hizo guiado por su mejor gondolero (cabría decir goldolero) de la campaña: Oihan Sancet. Cambiando las rayas verticales del Athletic por las horizontales del clásico uniforme italiano, domó las aguas tranquilas del Girona a base de goles. Uno, dos, tres. Para un 'hat trick', el tercero de su carrera, que confirma muchas cosas. Que es el mejor año anotador del pamplonés. Que los de Valverde viven cómodamente en las plazas de Champions. Que el Girona es inestable...

Y para abrir un debate: ¿es Sancet un jugador infravalorado? El internacional español es de esos futbolistas cuyo valor fluctúa en función de los goles que va haciendo. Pasa más desapercibido cuando anda en barbecho ("es un jugador de mucha clase, algo frío, le falta gol"); brilla en los escaparates en tarde como esta sabatina. Y no por el ruido cuantitativo de hacer un triplete, que también, sino por las maneras. Derrochando clase al poner en la escuadra el penalti de Miguel Gutiérrez (dejando claro que no olvidaba el 'hat trick' de penas máximas que detuvo Gazzaniga en la ida). Demostrando cómo sabe leer los movimientos en el área para el segundo, servido en bandeja de plata por Berenguer. Poniendo potencia y definición en el tercero frente al meta del Girona.

Alguno por el Botxo andará preocupado porque días atrás se filtró un posible interés del Manchester United por el atacante de 24 años. Lógico. Con 12 tantos esta temporada, ya es la mejor campaña realizadora de Oihan Sancet, que se ha convertido en un futbolista diferencial en el Athletic y que nos trae reminiscencias de los mediapuntas, esa figura extinguida en el fútbol. Quizá sea exageración, quizá no. Pero ese triplete ante el Girona recordó a las grandes tardes de Julen Guerrero, otro 'fuoriclassi' de los vizcaínos.
Un toro llamado Manoar Sannadi

La historia del partido tiene un guion que se escribe en un postit: timorato, horizontal y estéril el Girona, que convirtió a Unai Simón en un turista del encuentro. Lanzado desde la inercia el cuadro de Valverde, que hizo lo de siempre (entiéndase lo de siempre por presionar arriba, robar y marcar sin mucho sudor). A falta de rock and roll, el debut de Manoar, de Sannadi, o de Manoar Sannadi, activó los cables de alto voltaje. Si el rostro y la pinta de Oihan Sancet encajan en ese aspecto de gondolero, el vitoriano representa perfectamente todo lo que evoca su imponente planta de 9: un delantero potente al que le gusta correr y hacer ruido. Pero no se queden en el boceto de delantero centro tosco; nos dejó un par de detalles de que hay clase en sus botas. Sus ganas de debutar marcando y la efervescencia con que lo acogió San Mamés dejaron un final de encuentro con algo de chicha. Porque técnicamente había quedado liquidado entre el minuto 42 y el 46.

La fácil victoria local ahondó en esa sensación de que el Athletic gana muchas veces por inercia, una inercia de Champions, sin duda. Si ya son 14 jornadas sin perder (precisamente desde Montilivi), las 5 derrotas en los últimos 6 encuentros de los catalanes lo confirman como equipo guadianesco que, a pesar de que ha recuperado algo de su sello de autor, ha perdido toda la pegada que exhibía la campaña anterior.