Zona Satelite!!

El Rayo Vallecano, que afrontaba la cita dispuesto a olvidar las dos últimas derrotas y a mantenerse en la lucha por Europa, empató frente a un Valencia que no conoce la derrota desde el pasado 22 de febrero.

Lejos del dramatismo que puede vivirse en otros estadios a lo largo del fin de semana, madrileños y ches medían fuerzas en un duelo que se presentaba atractivo pese a no ser el más trascendental de la jornada 32 de LaLiga EA Sports. Ambos parecen haber cumplido ya sus respectivos objetivos (o casi), pero igualmente tienen el deber de seguir compitiendo y luchando hasta última hora para así conseguir el mayor botín posible.

El Valencia, alicaído hasta hace unos dos meses, es ahora como ese paciente que abandona el hospital y tiene ganas de llevar a cabo todos los planes que apuntó en una lista antes del ingreso. El semblante los futbolistas es otro y lo que transmiten es muy distinto respecto al final del 2024. Apenas bastaron unos instantes para comprobar que esa alegría por los buenos resultados cosechados en las últimas semanas se ha trasladado de lleno al juego.
Tárrega, confuso, 'se hirió a sí mismo'

En los compases iniciales, José Luis Gayà se incorporó por la banda izquierda y colocó el esférico en la cabeza de un inspirado Hugo Duro que recuperó la titularidad. Cuando sólo se había alcanzado el minuto seis, Diego López filtró un pase maravilloso getafense, quien resbaló ligeramente y la cruzó en exceso. Y no hubo que esperar demasiado para ver el remate tímido de Enzo Barrenechea, lesionado en su hombro a posteriori, a las manos de Augusto Batalla.

De menos a más, los anfitriones fueron ganando terreno; como el niño tímido que empieza a levantar la mano en clase a partir del segundo trimestre. Randy Nteka, referencia ofensiva, remató sin acierto tras aprovechar un buen pase al espacio en el que era el único acercamiento hasta el momento, ya superada la media hora. Y con el francés como receptor en el área, el atacante galo fue actor de reparto en el gol en propia de César Tárrega al borde del descanso.
Sadiq, otra vez

Pese a ir por delante, fue el Rayo quien llevó la iniciativa tras el paso por vestuarios. Un inicio formidable para amenazar con ampliar distancias en el marcador, lo que obligó a Carlos Corberán a mover el banquillo antes de lo esperado: Fran Pérez y Rafa Mir entraron al terreno de juego para agitar el duelo. Entretanto, Florian Lejeune se animaba con un potente disparo vía libre directo que rechazó Giorgi Mamardashvili sin arriesgar más de la cuenta.

Una buena jugada colectiva de los visitantes, que luego rozaron el empate en una acción que construyeron los dos recién ingresados, no amilanó a la escuadra madrileña, que respondió por medio de Álvaro García. Se le acababa el tiempo a una entidad que hizo gala de su gen competitivo mediante Jesús Vázquez -asistente de lujo- y Umar Sadiq -desacertado de primeras y afortunado en el rechace (75')-. Ambos habían saltado al verde como revulsivos.

Ninguno de los dos tenía mucho que perder, y sí algo más que ganar, de modo que no hubo renuncia alguna a los tres puntos. Otra incursión del nigeriano, baja por sanción ante el Espanyol, generó cierto miedo en los locales, algo menos fluidos en territorio rival. Fran, como en el 1-1, hizo bastante pupa con una nueva acometida desde el costado derecho, aunque esta vez el guion fue opuesto al anterior. Reinaron las tablas también en el descuento. Ni vencedores ni vencidos.