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Un Inter muy sólido reacciona a tiempo al empate de Müller y gana en el Allianz (1-2)

El choque del Allianz Arena lo han afrontado con solidez los 'nerazzurri', que tras aguantar el tipo en la primera media hora han puesto tierra de por medio con un buen gol de Lautaro antes del descanso. En la segunda parte, los bávaros encontraron el empate en el minuto 85 por mediación de Müller. Luego, un contragolpe recompensó al Inter, con Frattesi como goleador otorgando a los italianos una victoria crucial.

Tras el empate con remontada en Parma, el Inter viajó a casa del Bayern para demostrar que había dosificado bien sus energías de cara al compromiso europeo. Decidido como de costumbre a imponerse mediante transiciones hacia dentro, con Acerbi actuando como primera catapulta, el equipo de Simone Inzaghi vio cómo sus rivales contragolpeaban con un centro del campo más espeso, para suplir la ausencia del funambulista Musiala.

La primera ocasión de algún tipo llegó casi al cuarto de hora de juego, cuando tras una buena incursión de Laimer, Olise centró con dulzura para Kane, cuyo cabezazo, igualmente dulce, fue fácilmente detenido por Sommer. Los nerazzurri respondieron con un disparo de Calhanoglu desde el borde del área que fue bien rechazado por el muslo de Kim. Una secuencia que se repitió de forma casi idéntica pocos minutos después, y tras una incursión en diagonal de Guerreiro que también había sido repelida por el guardameta nerazzurro.

El guardameta suizo se calentó, y poco después rechazó un disparo desviado de Olise sin demasiada potencia ni precisión, pero que llegó en la culminación de una acción bien trenzada por los bávaros, cuyo ritmo fue en aumento. Y en el minuto 26, todo el Allianz lamentaba el poste lleno de Kane tras otra bella secuencia de regate de un Olise desatado, que partiendo desde la derecha siempre creaba problemas a los rivales y espacios a sus compañeros, aunque en ese caso se hubiera visto favorecido por una desafortunada descarga de Pavard.

Lautaro no falla

El susto, sin embargo, tuvo la virtud de sacudir al Inter, que a la media hora de juego hizo un quiebro por medio de Bastoni, tras lo cual Carlos Augusto, que se había adelantado, desperdició una buena ocasión al disparar demasiado ajustado al primer palo. Entonces entró Lautaro Martínez y, tras sacar músculo en varios enfrentamientos, adelantó a su equipo en el minuto 38. Y de la forma más deliciosa posible, con un golpeo de exterior que entró por la escuadra justo dentro del área tras un elegante taconazo de Marcus Thuram.

Los lombardos, que se habían adelantado en el marcador, se las arreglaron como siempre, aunque al final de la primera parte fue Darmian, quien atajó con el pecho un disparo a bocajarro de Sané. El comienzo de la segunda parte vio a los dos rivales ir de un lado a otro, pero a pesar de la presión bávara fue Lautaro quien tuvo la oportunidad de doblar la ventaja: su derechazo cruzado, sin embargo, fue bloqueado por el zurdazo de Urbig.

En el minuto 65, una volea de Guerreiro desde la frontal del área se marchó ligeramente por encima del travesaño de Sommer, que durante un rato tuvo que estar atento a unas conclusiones poco insidiosas pero que certificaron la remontada del Bayern, que entonces esperó un cambio con la entrada de Gnabry por Guerreiro y del veterano Müller por Sané. Una de las mejores ocasiones llegó del pie de Kane, que desde 17 metros chutó pero sin emular a Lautaro en cuanto a impacto y precisión.
Frattesi "invalida" el gol de Müller

Sin embargo, los bávaros no estaban dispuestos a rendirse, y en los 10 minutos finales asediaron a los nerazzurri, que se atrincheraron en el área e intentaron intensificar el bloqueo de sus líneas, dejando sólo la opción de disparos desde fuera del área, como el de Müller, que Pavard bloqueó con un resbalón. En el minuto 85, sin embargo, la resistencia de los hombres de Inzaghi se quebró, y de la forma más increíble: en un centro de Laimer desde la línea de fondo, Müller se quedó solo a dos metros de la portería. Para un zorro tan viejo como él, fue una broma rematar y batir a Sommer, abriendo así el camino al sprint final de los anfitriones para intentar darle la vuelta al partido en el último suspiro.

Pero el Inter no estaba dispuesto a rendirse y, tras un paradón de Sommer a Kane, volvió a asomar la cabeza. Y con una jugada vertical compuesta por tres pases, el último de ellos de Barella, Carlos Augusto esprintó hacia el área contraria y metió un potente centro, donde entro el indetectable Frattesi. Su toque no fue especialmente ortodoxo, pero la sincronización fue perfecta, como la de un goleador experimentado. El que decide partidos como éste, el que confirma que el potencial de los nerazzurri en Europa es el de alguien capaz de ir de verdad a por el gran objetivo.