Zona Satelite!!

Se las prometía muy felices el Celta cuando Alfon, el más incisivo y vertical de los suyos, puso su fina rúbrica con un golazo poco antes del descanso. Con esa diana y con su aplastante dominio soñaban ya los vigueses con su tercer triunfo consecutivo. Pero entonces apareció Moleiro nada más volver de los vestuarios para despertarles de golpe. Desde ahí hasta el final, el resultado fue incierto, con opciones claras para ambos equipos de desnivelar el marcador. No lo consiguieron y se tuvieron que contentar con un solo punto que no les sirve para casi nada.

A falta de Iago Aspas, que entraría después, bueno, muy bueno, es contar con Alfon. Un extremo moderno, vertical, rápido, de esos a los que les gusta entrar por la izquierda siendo diestro. Pero éste sí que aprovecha esas diagonales para hacer temblar de verdad las piernas de sus defensores. A Viti, al que pilló una y otra vez la espalda, y a Bajcetic, como central diestro, les dio la noche. El regreso de Stefan a Vigo no fue el que esperaba, desde luego. Y eso que en alguna ocasión sí pudo frenarlo. Pero de tanto intentarlo, al filo del descanso se vio superado con el disparo de Alfon desde la frontal, con la rosca y el interior del pie, para buscar la escuadra de Horkas. Golazo que no por repetido deja de ser sensacional.

Así se fue el Celta al descanso, con un merecido triunfo temporal después de haber propuesto mucho más que un rival con poca confianza para lanzarse al ataque. Y no fue porque no tuviera argumentos con Moleiro y Fábio Silva. El portugués, de hecho, fue quien puso en apuros a un Guaita que tuvo que estirarse para despejar con la yema de los dedos un disparo lejano del fortachón luso. Algo de balón parado y poco más ofreció Las Palmas, cuyos jugadores se marcharon preocupados por la lesión de Cillessen.

Un doloroso y brutal golpe

El portero neerlandés, que momentos antes había despejado con el pecho un duro remate de Borja Iglesias, chocó después con el mismo delantero recibiendo un golpe brutal en la zona del abdomen. Acabó trasladado al hospital. Su sustituto no pudo evitar el citado 1-0, pero sí frenó con anterioridad al mismo Borja en un disparo que le obligó a volar tras desviarse en Bajcetic.

La segunda mitad comenzó castigando al que se retrasó tomando el bocata. A los dos minutos de la reanudación, Viti filtró para McBurnie, éste centro al corazón del área, Fábio Silva dejó pasar el balón y Moleiro lo cazó para colocar el 1-1. Una acción eléctrica que sorprendió a todos y dejó tocado al Celta. O por lo menos, hizo que los locales no dominaran con la insultante superioridad de antes. Los canarios ya proponían con el balón, tocaban y se asociaban, y amenazaban con un segundo tanto. Y lo lograron por medio de Fábio Silva, pero la diana fue anulada por fuera de juego de McBurnie, que influía en la jugada.

También los de Giráldez, aunque sufrían atrás, pudieron recuperar su ventaja. Fer López, Moriba y de nuevo Alfon, más vigilado, tuvieron ocasiones. El partido estaba abierto y podía inclinarse hacia cualquier lado. Las oportunidades, de hecho, se siguieron sucediendo. Marcos la tuvo para los gallegos, Essugo para los insulares. Pero ninguno fue capaz de romper las tablas y ambos se marcharon a dormir cerrando la jornada 30 con un solo punto como recompensa.