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Los de Hansi Flick se llevaron los tres puntos en Belgrado tras golear al campeón serbio

El Barça convirtió Belgrado en una fiesta este miércoles para sumar su tercer triunfo de la temporada en Europa, otra vez con goleada (2-5), ante el Estrella Roja y meterse entre los ocho primeros clasificados de la fase de liga de la Champions League.

Para la cuarta jornada de la máxima competición continental, y en busca de otros tres puntos, el Barcelona se presentó con la misma intensidad que le hizo golear al Bayern de Múnich. Merodeó en los primeros minutos el área rival, intentando sembrar el pánico, pero estaba bien posicionado el Estrella Roja.

Pese a la insistencia blaugrana, muy bien en la presión tras pérdida cerca del área de Ilic, fue el cuadro local el que avisó primero: el cuadro serbio encontró a Elsnik y el esloveo batió a Iñaki Peña algo trastabillado. Pero no le dio tiempo ni a celebrar porque el asistente ya había levantado el banderín señalando posición antirreglamentaria.

Ese tanto terminó de despertar el hambre de gol del Barça, que primero se acercó con un remate de Lamine Yamal que se estrelló en la zaga, y después, a balón parado, no falló.

Raphinha agarró el balón en el costado izquierdo para botar una falta algo lejana, y puso un centro perfecto para que Íñigo Martínez se lanzase para clavar un testarazo en la red. Pero el tanto no fue suficiente para apagar el empuje de los serbios.

Solo un cuarto de hora después, el Estrella Roja puso el empate en el marcador. Fue con una jugada coral que dejó petrificados a los de Flick y que terminó con Silas elevando el cuero por encima de Iñaki Peña para marcar el 1-1. Y vuelta a empezar.

El Barcelona siguió presionando arriba, y el Estrella Roja siguió esperando su oportunidad mientras ponía el cerrojo a su portería. Le duró hasta el borde del descanso, cuando Raphinha sorprendió con un zapatazo que estrelló en el palo y Lewandowski empujó el balón a la red a placer para adelantar a los culés.

Solo diez minutos le hicieron falta al conjunto blaugrana para sentenciar el partido a la vuelta de vestuarios. En las dos fotos salió Jules Koundé, asistente de lujo en Belgrado:el francés, primero, giró sobre sí mismo para ascender por el costado del área y poner un balón tensísimo al segundo palo, donde esperaba Lewandowski listo para empujarla y hacer el 1-3; cuando aún no había terminado de celebrar el Barça, solo dos minutos después, el lateral la dejó en la medialuna para que Raphinha pusiese un pase a la red magistral y terminase de liquidar a los serbios.