Zona Satelite!!

El Athletic Club se olvidó de la eliminación copera con un triunfo de mérito (1-2) en Balaídos frente a un Celta que reaccionó tarde. Pese al cansancio acumulado, los 'leones' sacaron partido de tener algo más de energía y empuje en momentos clave. Gran partido de Álex Berenguer y notable de los Williams.

Celta y Athletic llegaban a este partido en Balaídos con la resaca emocional de la Copa. Los primeros, con cierta rabia por la polémica en el Santiago Bernabéu. Los segundos, digiriendo todavía la eliminación en una edición a la que llegaba como vigente campeón. Y el peaje sobre las piernas de haber jugado poco más de 72 horas antes. Por eso, Claudio Giráldez y Ernesto Valverde metieron mano en el once con seis cambios en cada bando para recuperar la energía tan necesaria en el fútbol de élite.

Y el cuadro gallego lo notó más que su rival. El Celta perdió -u olvidó- automatismos por momentos pese a que empezó bien, con salidas desde atrás finas. Llegaba tarde el Athletic a la presión, pero poco a poco empezó a entonarse el cuadro bilbaíno. Sin ser brillante, especialmente en sus combinaciones, encontró a un Nico Williams que no tuvo su partido más inspirado, pero fue incisivo y peligroso como siempre. No es el Nico de la Euro, pero todavía le da para acaparar miradas y marcas.

Yoel Lago, sorpresa de inicio en el once del Celta, casi le regala un mano a mano Berenguer a los pocos minutos del comienzo, pero recuperó posición el zaguero para evitarlo. Tras eso, un centro-chut de Nico Williams obligó a la primera estirada de Vicente Guaita, que tuvo que recular para mandar a córner un centro que se fue envenenando. Tanto el español como Álex Berenguer fueron los que más inquietaron a la defensa del Celta, pero la mejor foto de Guaita en la primera mitad fue a un gran disparo de Beñat Prados, que enganchó una volea en la frontal del área. Al palo largo, gran intervención a mano cambiada del arquero.

No pasó mucho más en esa primera parte descafeinada y, probablemente, afectada por tanto cambio en el once y la carga de minutos por la resaca copera. Claudio Giráldez intentó lavarle la cara a su equipo con savia nueva en los costados, pero no cambió demasiado el equipo gallego en la segunda. Algo apagado, se dejó presionar por un Athletic que empezó a crecer a partir de robar en campo contrario. Primero avisó Berenguer que, precisamente, fue el que castigó a los locales.

Iñaki Williams empezó a explotar el costado derecho y de ahí vino el 0-1 para los 'leones'. Ganó línea de fondo con una espectacular carrera, levantó la cabeza y puso un balón fuerte en el área pequeña que atacó Berenguer, con la puntera, para batir por debajo de las piernas a Vicente Guaita. Un 0-1 que ya condicionaba al Celta y que agrandó la ambición del Athletic, que olió sangre. No reaccionó el equipo de Giráldez y los visitantes volvieron a castigar.

Un balón colgado al área, un remate de Unai Gómez y una parada de Guaita que dejó el balón sin dueño en el área. De nuevo, Unai peinó para dejar una gran asistencia a Vivian que, con alma de delantero, marcó bien los tiempos para golpear a gol de volea un balón que significó el 0-2 para el Athletic. Parecía que podía ser la sentencia por sensaciones y por quedar algo menos de 20 minutos, pero el Celta sobrevivió por momentos gracias al error de Adama Boiro, que resbaló cerca de la frontal del área y le regaló un mano a mano que Hugo Álvarez no perdonó (1-2).

A partir de ahí, el Athletic defendió algo más atrás, pero no sufrió demasiado frente a un Celta cansado y con más corazón que velocidad en su fútbol. No fue el mejor partido de los de Giráldez, que cierran la semana con una nueva derrota. Todo lo contrario un Athletic que recoge este triunfo como forma de olvidar la eliminación copera. Solidifica su posición de Liga de Campeones y da caza al Barcelona al llegar también a los 39 puntos. Se queda a cinco del Atlético.