Zona Satelite!!

El Barça, la máquina ofensiva de fútbol total que ya vislumbra las semifinales (4-0)

El Barcelona ha prolongado su estado de gracia para dejar encarrilada, y de qué manera, su clasificación para las semifinales de la Champions League con una abrumadora goleada al Dortmund. Raphinha, a medias con Cubarsí, Lewandowski con un doblete y Lamine Yamal fueron los autores de los goles azulgranas con los que destrozaron las ilusiones alemanas.

Si los buenos vinos mejoran con el tiempo, a este Barça le aguarda un gran futuro. Pero eso no quiere decir que su presente no pueda ser brillante. De hecho, lo está siendo porque se han empeñado en mostrar más hambre, más ganas y más calidad en el terreno de juego que sus rivales. Una combinación física, táctica y técnica que los convierte en una máquina de atacar, de avasallar, de asediar. Son muy pocos los que osan, y menos aún los que consiguen, hacerles sufrir.

El inicio del partido fue como se esperaba desde que Flick ha engrasado el motor culé. Eléctricos, fulgurantes, balas humanas. A los dos minutos, Bensebaini ya había tenido que ganarse el sueldo para evitar el gol de Fermín. A los cuatro, fue Kobel quien despejó de puños el zurdazo de Lamine Yamal. A los siete, otra vez el portero se las tuvo que ingeniar para frenar a Lewandowski. Y el origen de casi todas esas acciones tenía un denominador común, un Raphinha al que nadie puede parar. Una y otra vez dejó en pañales a Ryerson.

Cubarsí y Raphinha, a por el copyright del gol

Tal fue su ansia que le 'robó' el 1-0 a Pau Cubarsí en la misma línea de gol. Y durante dos minutos se arrepintió porque el tanto casi no sube el marcador por fuera de juego. Una uña alemana fue la culpable de que el capitán estuviera habilitado para abrir el marcador.

Tras el tanto, los azulgranas fueron de inmediato a por el segundo, pero Yamal falló en el arte del pase que hubiera dejado solo a... otra vez Raphinha.

El Dortmund, cuya presión era deslabazada y donde sólo había aparecido Adeyemi para recibir una amarilla y jugarse la roja, comenzó a estirarse. Al principio, de manera tímida; luego, cuando vio que el Barça echaba el freno de mano, con más efectivos. Y tuvo varias ocasiones para empatar gracias a ese riesgo al que obliga Flick con su sistema. Guirassy dispuso de tres de las imperdonables: en una le pegó con la tibia, en la otra saltó en vez de rematar, y en la tercera estrelló el disparo en la red por fuera. También Gittens tuvo una muy clara. Con esos avisos se llegó al ecuador.
Lewandowski, fijación con su ex

Pero el Barça no avisa, el Barça fulmina. Y el killer blaugrana fue el encargado, por 28ª vez en el 28º partido contra su exequipo, en demostrarlo. Tiene fijación con el Dortmund, desde luego. Eso de pedir perdón no va con LewanGOLski. Como tampoco con Lamine Yamal, que sacó un gran centro al segundo palo a Raphinha que el brasileño, con su sexta asistencia en esta edición de la Champions, mejoró aún más para brindarle al polaco el 2-0.

La caja de Pandora ya estaba abierta. Los de Kovac quisieron probar de nuevo eso de lanzarse al ataque, visto que encerrarse no funcionaba. Fue peor el remedio. Fermín, que había rozado un merecido gol un par de veces, asistió a Lewandowski en un contragolpe mortal que se transformó en el 3-0.

Y también a la contra sentenció, si es que ya no lo estaba, la eliminatoria el cuadro catalán. Robo de Lewandowski, pase a Raphinha y asistencia a Lamine Yamal para que el mago de Rocafonda, suavecito de puntera, pusiera la guinda a su actuación con el 4-0.

Poco después se marchó con aparentes molestias, sustituido por Ansu Fati, que pudo disfrutar de unos minutos de la fiesta. También se lo merece después de todo lo sufrido. Aún queda la vuelta en el Signal Iduna Park. Pero ¿quién diablos piensa que este Barça no estará en semifinales?