Zona Satelite!!

Real Madrid y Valencia Club de Fútbol se vieron las caras este sábado en el Santiago Bernabéu, donde los ches consiguieron adelantarse en el marcador poco después de que Vinicius Júnior desperdiciara una pena máxima. La primera victoria a domicilio del plantel de Carlos Corberán en la competición doméstica se ha producido en uno de los estadios más imponentes del mundo.

La emoción inundó los momentos previos al arranque del encuentro debido al minuto de silencio que se guardó en homenaje a los dos bomberos que fallecieron esta semana en un incendio que tuvo lugar en Alcorcón. Pero la vida sigue y el balón tenía que rodar en un escenario, el Santiago Bernabéu, acostumbrado a recibir al Valencia cada temporada. Los ches, contra una negativa estadística (17 años sin ganar en dicho estadio) y el vigente campeón de LaLiga EA Sports.

Jornada muy especial para Fran González, de 19 años, que debutó con el primer equipo por los problemas físicos de Thibaut Courtois y de Andriy Lunin. Sus compañeros no se lo pusieron nada fácil al inicio, ya que tuvo que lidiar con un pase envenenado que seguramente elevó las pulsaciones del chaval y de muchos de los asistentes. Los de la capital, que tenían enfrente una zaga compuesta por cinco futbolistas, dominaban sin incomodar demasiado.

Una gran carrera de Kylian Mbappé dio pie al penalti a favor de los blancos, que volvieron a fallar desde los 11 metros. El verdugo fue Vinicius Júnior en esta ocasión, con un lamentable disparo que rechazó Giorgi Mamardashvili con la rodilla. Para algunos será justicia poética, ya que la acción sobre el ex del París Saint-Germain, que recibió un ligerísimo toque, deja bastantes dudas. Cuadra Fernández, de hecho, recibió el aviso desde la sala VOR y mantuvo su decisión.
Diakhaby, de área a área

Y de forma inmediata, Mouctar Diakhaby le ganó la batalla a Antonio Rüdiger en un saque de esquina y destrozó la red con un fantástico testarazo. El central galo se salvó después, en una jugada tan estrambótica como ridícula, que pudo traducirse en el empate y que finalmente resultó anulada por fuera de juego. Su fatídico despeje sorprendió al meta georgiano, sin margen para rechazar el cuero, aunque todo queda en una anécdota.

El '9' del Real Madrid se ganó los aplausos de una afición que necesitaba incentivos después de llevar a cabo un par de tiros consecutivos. Una vez más, el defensor del título se veía obligado a remontar y era incapaz de echar el cerrojo, lo que empieza a ser habitual. Jude Bellingham, bastante desaparecido hasta el tramo final del primer acto, se incorporó en una prometedora transición y ganó algo de protagonismo en el apartado ofensivo.
Demonio y, luego, ángel

De la misma forma que llegó el 0-1, Vinicius se resarció del penalti fallado en una acción de córner. Modric ejecutó el lanzamiento, Bellingham peinó y el brasileño apareció en el segundo palo para empujarla. El clima de remontada que tantas veces suele aparecer en el Bernabéu irrumpió otra vez, sobre todo durante los minutos posteriores. Los hombres dirigidos por Corberán trataron de aguantar el chaparrón como buenamente pudieron. Y lo consiguieron.

Jude acarició el segundo tras esquivar a Tárrega en el área, pero el pie salvador de Mamardashvili cerró todos los espacios. Mientras, Ancelotti se decantaba por introducir a Rodrygo en lugar del desaparecido Brahim, que no aprovechó la titularidad. Los del Turia parecían haberse olvidado del arco contrario y, en una falta lateral, estuvieron a punto de adelantarse en el marcador de nuevo. La respuesta del joven González, muy efectiva.
Paso atrás del Madrid

Fran, algo intermitente en el costado izquierdo, conectó con Kylian, cuya definición no encontró puerta. Este último siguió probando fortuna, ahora con un pase sensacional que Valverde hizo bueno en lo que parecía el 2-1. El meta que es propiedad del Liverpool se exhibió con una espectacular intervención, a falta de poco más de un cuarto de hora para la conclusión, cuando ya se celebraba la diana del mediocentro uruguayo.

Carlo siguió buscando soluciones en el tramo final y, por supuesto, eligió al inspiradísimo Endrick -junto a Alaba, Camavinga e incluso Güler-. El delantero de 18 años, muy activo, reclamó un inexistente penalti. Show must go on o, dicho de otra forma, que siga el juego. Y aunque lo buscaron los anfitriones con más corazón que criterio, lo que llegó fue el chicharrazo del recién ingresado Hugo Duro ante su exequipo a pase de otro revulsivo como Rafa Mir. Silencio y drama en Chamartín.