Zona Satelite!!

El Celta, en una gran segunda parte, remontó el tanto inicial de Valjent para llevarse, con golazos de Alfon y de Fer López, un triunfo importante de cara a las aspiraciones europeas. 21 años después, los vigueses ganan en Mallorca y suman, de paso, su octava jornada consecutiva sin perder.

Con Europa en el horizonte e igualados a puntos, lo normal era que ninguno arriesgase más de lo debido, al menos en el inicio. Se miraron, se estudiaron, amagaron, pero nadie fue capaz de imponer su fútbol. En estos casos, el balón parado, la estrategia, es una solución. Y si tienes a un tipo como Darder, que coloca regalitos, y a otro como Valjent, que remata piedras, la resultante es que se incrementan las opciones de marcar. Así lo hizo el Mallorca apenas superado el cuarto de hora. Sergi puso la pelota en el corazón del área y allí entró el eslovaco tirándose en plancha para batir a un sorprendido Guaita y poner la ventaja del 1-0.

El Celta, a pesar de los Aspas, Alfon y Mingueza, fue incapaz de generar peligro, y ni siquiera inquietó en esa primera mitad a Greif. Vamos, que se fueron al descanso sin disparar ni una vez entre los tres palos. Tranquilidad absoluta en los bermellones gracias a su buen engranaje defensivo. Sólo tuvieron que lamentar la nueva lesión de Muriqi, que tuvo que dejar su sitio a Larin.

Alfon, el desequilibrante

A pesar de todo, el técnico vigués no modificó el XI en la segunda mitad, confiando en una mejora ostensible de sus pupilos. Con lo que se encontró de primeras fue con un Guaita que le salvó los muebles nada más reiniciarse el encuentro. Un taconazo de Asano dejó solo a Larin, pero el disparo del canadiense lo atajó en una gran intervención el portero, evitando el segundo de los baleares. Entonces sí se produjo la reacción, con un Alfon cada día más trascendental y que marcó un golazo espectacular desde la frontal para firmar el 1-1.

El Mallorca, en los minutos posteriores, se vio desarbolado, perdió a Morlanes por lesión y encima encajó un segundo tanto con la asistencia maravillosa de Mingueza a Fer López. El canterano céltico tiró un desmarque perfecto para ganar la espalda a la zaga y alcanzar la bola de su compañero para confirmar la remontada.

Olió sangre el Celta y quiso sentenciar el duelo. Lo impidió Greif haciéndose enorme para atajar una peligrosa llegada de Ilaix Moriba. Los de Arrasate se habían venido completamente abajo en lo físico y en lo mental. Incapaces de generar peligro con un Larin sin mordiente y, sobre todo, con una bajada de prestaciones defensivas que provocaron las protestas de sus propios seguidores. Y no hubo forma de que recuperasen su mejor nivel porque el rival ya estaba más que lanzado en busca de llevarse la victoria de Palma y tomar ventaja en esa lucha por Europa.