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De cabeza y sin despeinarse

Iniciado por melli77, Ene 05, 2025, 08:55:08

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El Barcelona logró un cómodo pase a octavos de final de la Copa del Rey tras golear por 0-4 al Barbastro. El cuadro catalán encarriló su clasificación en el primer tiempo con una gran superioridad aérea y cumplió en la segunda parte para comenzar 2025 con victoria.

Cansado de sufrir el último mes y medio, el Barcelona no dio lugar a la sorpresa y superó sin sobresaltos la visita a Barbastro para avanzar a la Copa del Rey. Tras el 2-3 del pasado curso, los 'culés' tenían la lección aprendida y este año se pasearon con un 0-4 en un partido que supuso el estreno de Wojciech Szczesny como azulgrana y el regreso de Ronald Araujo tras varios meses de baja.

Comenzó el Barcelona el partido y el año con varias marchas más que su rival. El coche del Barbastro tiraba lo que podía y el bólido 'culé', con pisarle un poco, alcanzaba los 200 kilómetros por hora. La diferencia abismal entre los dos equipos se hizo patente desde el inicio. El Barça tocaba y recuperaba en segundos. Los mismos segundos que le duraba el esférico a un Barbastro que juntaba línea atrás y esperaba.

En los primeros compases, el cuadro de Hansi Flick avisó de lo que estaba por venir, teniendo tres ocasiones claras mediante Koundé, Fermín y Lewandowski, todas ellas tras centros laterales. Pronto vio el Barça que su superioridad aérea era insultante, pues cada balón colgado al área era un dolor de muelas para el equipo de Segunda Federación.

Tras varios avisos con la testa, con Araujo (que debutaba esta campaña tras su lesión veraniega) protagonizando uno en el área pequeña en el minuto 19, el Barcelona se adelantó en el 21' por mediación de Eric García. El método del tanto estaba casi cantado. Centro lateral de De Jong, prolongación de la jugada por arriba de Araujo y el canterano azulgrana, de cabeza y libre de marca, ponía el 0-1.

El tanto fue un mazazo terrible para un Barbastro al que solo mantenía enchufado el marcador. Sus opciones de sorprender al gigante azulgrana quedaron reducidas a una quimera con ese tanto y poco después se volvieron inexistentes. Y es que en el minuto 31, una falta lateral colgada por Pablo Torre encontró la cabeza de Lewandowski para que este, con algo de fortuna tras un toque en un zaguero, pusiera el 0-2. Su posición era dudosa, pero la ausencia de VAR en estas alturas de Copa del Rey es lo que tiene. No hay lugar para la revisión.

Con 0-2, el Barcelona siguió percutiendo en busca del 0-3 antes del descanso, pero la falta de entendimiento en unas ocasiones y balones que pasaban a centímetros de sus rematadores en otras hicieron que el choque se marchara al descanso con ese marcador de 0-2.
Sentencia, susto y a pensar en la Supercopa

El duelo, por sensaciones, estaba sentenciado. Sin embargo, el marcador abría la opción a un pequeño hilo de esperanza en cualquier acción aislada. El mismo fue cortado de inmediato por un Robert Lewandowski que, en la primera llegada azulgrana de la reanudación, definió ante Fàbrega para poner el 0-3.

Ya con Gavi por Pedri sobre el campo y con todo sentenciado, Jaime Ara dio el susto al caer desplomado tras un choque de cabezas con Íñigo Martínez. Las asistencias médicas saltaron al campo y tuvieron que llevarse a un jugador que, eso sí, se marchó del verde ya consciente para alegría de todos los presentes en el estadio.

Casi sin querer, antes de cumplirse la hora de partido apareció el 0-4. En un intento de sacar el balón jugado desde atrás, el meta Arnau Fàbrega cometió un error grosero que Pablo Torre no desaprovechó. En la otra punta del campo, mientras tanto, Szczesny vivió plácidamente su estreno como azulgrana sin ninguna exigencia.

Con todo el pescado vendido, Flick movió más seriamente el banquillo. Con la labor cumplida se marcharon del campo Lewandowski, Íñigo Martínez y Koundé, dejando su lugar sobre el césped a Ansu Fati, Cubarsí y Sergi Domínguez. Los focos apuntaban al primero de esta terna, otrora promesa y ahora maltratado por las lesiones y en la rampa de salida.

Lo intentó el '10' del Barça en un par de ocasiones y dejó algún que otro lujo, pero nada más especialmente destacable. De hecho, hubo poco que rescatar tras el 0-4, con el Barbastro buscando con más corazón que cabeza el tanto del honor. Solamente la entrada del joven Toni Fernández, que a sus 16 años ya puede presumir de haber debutado con el Barcelona en partido oficial.

Una vez llegó el minuto 90, el colegiado, benévolo, indicó el final del choque tras solo dos minutos de añadido. El Barcelona cumplió con lo que se esperaba, cambió la mala dinámica de los últimos resultados y ahora pone su vista en el que puede ser su primer título del curso, pues la Supercopa de España aguarda ya a un equipo que, como propósito de año nuevo, quiere ser el que enamoró a todos hace tan solo unos meses.

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