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Unidad Editorial ha dado un paso estratégico al anunciar la venta de su múltiplex de Televisión Digital Terrestre (TDT), en un intento por reforzar su situación financiera y centrarse en otras áreas de negocio.

Este múltiplex incluye actualmente dos canales de TDT en abierto, alquilados a TRECE13 y DMax. La operación ha despertado el interés de una multinacional del sector audiovisual, lo que podría marcar un antes y un después en el mercado televisivo español.

La venta del múltiplex responde a una doble estrategia del grupo editorial, que busca deshacerse de activos no esenciales para generar ingresos, a la vez que ha dejado de lado su apuesta por el sector audiovisual. En los últimos años, Unidad Editorial se ha limitado a actuar como arrendador de licencias televisivas, un enfoque que contrasta con su anterior papel como operador activo en el ámbito audiovisual.

Sin embargo, la operación plantea importantes retos para la empresa y el posible comprador. Por un lado, los contratos actuales con TRECE y DMax no pueden ser rescindidos, lo que obliga al futuro propietario a mantener los acuerdos vigentes. Esta situación, conocida en el sector como "mochila", añade cierta complejidad al proceso de venta, ya que limita la flexibilidad del nuevo operador para gestionar los canales.

Por otro lado, la venta está sujeta a la aprobación del Ministerio de Industria, que concedió a Unidad Editorial la licencia del múltiplex como parte de su impulso a la televisión digital terrestre. El ministerio deberá evaluar si el comprador presenta un proyecto sólido que garantice el desarrollo de la TDT en España y que esté alineado con los objetivos establecidos en su momento para este tipo de concesiones.

Esta operación no solo podría modificar la estructura del mercado televisivo español, sino que también subraya el cambio de rumbo de Unidad Editorial, que busca fortalecer otras áreas clave de su negocio, como sus publicaciones principales, El Mundo y Marca. Con el interés de una multinacional en juego, el desenlace de esta venta se perfila como un punto clave para el futuro de la TDT en el país.

En los próximos meses, se espera que el Ministerio de Industria y las partes implicadas definan los detalles de la operación y los términos en los que podría producirse esta transferencia. Mientras tanto, la posible entrada de un nuevo operador extranjero añade expectativas sobre cómo podría evolucionar el sector televisivo español a corto y medio plazo.