Zona Satelite!!

El Atlético de Madrid superó al Sparta de Praga por 0-6 en la quinta jornada de la fase de Liga de la Champions League. Julián Álvarez lideró la sexta victoria consecutiva y el mejor resultado de la temporada del conjunto de Diego Pablo Simeone con un doblete, falta directa incluida. Marcos Llorente amplió la distancia, Antoine Griezmann vio portería para festejar su centenario en la máxima competición continental y Ángel Correa le puso doble guinda al pastel. Un triunfo por el que los 'colchoneros' recuperan el 'goal average' a favor (11-9) y encarrilan su camino por Europa.

Tarde plácida la del 26 de noviembre de 2024. Por el resultado. Por sus sensaciones. Por las circunstancias en las que venía. Y por la trayectoria que dibuja su temporada en la Champions League. Qué falta le hacía al Atlético de Madrid una victoria de semejante autoridad. En el mejor luminoso del curso, el equipo de Diego Pablo Simeone tumbó al Sparta de Praga por 0-6 en la quinta fecha de la fase de Liga. Julián Álvarez y Ángel Correa firmaron sus dobletes, complementados por los tantos de Marcos Llorente y Antoine Griezmann durante su centenario en el gran escaparate.

Actuación redonda. Mires por donde la mires. La 'Araña' golpeó de falta directa. Jan Oblak registró un récord inverosímil con sus 36 porterías imbatidas 'colchoneras' en la máxima competición. El Cholo tuvo el inmenso placer de oxigenar la carga de minutos de su plantilla y su proyecto recuperó el 'goal average' a favor (11-9) para colocarse con 9 puntos en la frontera con las plazas de privilegio en la clasificación. Tal perfección contrastó con el plan frustrado de Lars Friis, al que se le estropeó cualquier intento de hacer daño a partir de la lesión de su jugador franquicia: Lukas Haraslin.
Directa al corazón

Precisamente, pudo complicar el asunto en cuestión de 52 segundos. El '22' local acertó en la presión sobre Marcos Llorente, le robó el esférico y encontró a Kasper Kairinen habilitado en área rival. Consiguió sacar el disparo con la zurda, aunque le faltó potencia como para comprometer a Jan Oblak. El blocaje del esloveno fue la antesala a la superioridad foránea. Con el desparpajo del fútbol de toque, Giuliano Simeone se quedó a centímetros de abrir la lata con el cabezazo al centro de Rodrigo de Paul. Se marchó ligeramente desviado. Hasta que llegó la machada directa al corazón.

Julián Álvarez guisó y comió un contragolpe que concluyó con la infracción de Martin Vitík en la cercanía del área. Bendito momento cuando el argentino no se lo pensó para coger el esférico y colocarlo con cariño pegado al aerosol evanescente dibujado sobre el verde por Danny Makkelie. El ruido del silbato preparó la novena sinfonía de la 'Araña'. La que improvisó un golpeo magistral a balón parado por encima de la barrera rival. Con tal comba sin ir demasiado ajustada a la escuadra que petrificó y dejó sin margen de reacción a Peter Vindahl. En estos libros, una oda al fútbol el 0-1 en Letná.
Dejar ir

Alexander Sorloth fue el incomprendido en la acción del 0-2, obra de Marcos Llorente. El guardameta anfitrión le estropeó su aportación anotadora al filo del descanso con una intervención felina en el mano a mano. Sin embargo, demostró que dejar ir la oportunidad de marcar, en ocasiones, es la mejor decisión. El '14' sirvió un caramelo hacia la posición del noruego. Al circular en dirección letal, el '9' solo tuvo que amagar para engañar al '1' y cumplir su venganza particular. Distancias ampliadas y la sensación de un partido que, bajo ningún concepto, no podía escaparse de las botas.

Más por virtud propia que demérito ajeno. Y eso que al Sparta de Praga se le complicó la vida antes del intermedio. Lukas Haraslin se tumbó en el terreno de juego tapándose la cara con las manos y expresando gestos de dolor. Él mismo se dio cuenta de que no podía continuar y Lars Friis se vio en la obligación de colocar a Jakub Pesek en la primera modificación de la contienda. Tras el paso por los vestuarios, el guion aceleró en la misma vertiente. Con la resaca emocional de los 700 partidos, Diego Pablo Simeone dio rienda suelta a las oportunidades con el caso prácticamente cerrado.
Bendito centenario

Antes de repartir la carga física, el técnico argentino vio en primera persona cómo su hijo Giuliano le dejó en bandeja el doblete a Julián Álvarez. El fichaje por el que gozan en el Riyadh Air Metropolitano arrancó la frenética en conducción. Sorteó rivales hasta que la referencia del '22' quedó liberada en la derecha. Combinación de manual y de vuelta a la estrella del partido, que solo tuvo que entregar el cuero en el fondo de las mallas. Ya con el 0-3 en liza, el Cholo disfrutó viendo a los suyos y brindando oportunidades a los alumnos que esperaron la oportunidad más allá de la zona técnica.

El primero de los revulsivos fue Antoine Griezmann. Bendito centenario en la Champions League para el 'Principito'. No tuvo mejor momento para ver portería porque quiso acompañar a las 100 velas con un gol más a su contador. Solo le bastó con capturar el esférico en la cazuela enemiga, levantar la mirada y sacar la diestra a pasear. Los entendidos del fútbol saben que la precisión mueve más montañas que la potencia. Y la calidad del '7' se hizo notar con el cuero cruzado hacia el palo largo de Peter Vindahl, cuya estirada solo sirvió para la imagen final. El 0-4 fue su realidad.
El Ángel de la guarda

El festival de los cambios llegó con las 4 modificaciones seguidas de los españoles. Koke -el otro de los 100-, Rodrigo Riquelme y Samu Lino pasaron a escena junto al responsable del otro doblete. El Ángel de la guarda y apellido Correa. Esa referencia versátil que cumple con el don de la oportunidad. Porque estuvo en el sitio adecuado y en el momento idóneo para ver nacer la combinación con el brasileño para cazar el pase de la muerte y colocar el 0-5. 4 minutos después, la santa fortuna le favoreció un rechace para rubricar la firma y definir sin complicaciones el 0-6.

Aterrizó en Praga con la situación europea más bien tensa y se marchó con la moral por los cielos. Qué falta le hacía al Atlético de Madrid un partido sin imprevistos de última hora ni circunstancias inesperadas. Julián Álvarez afina su puntería, Ángel Correa sigue a lo suyo, Antoine Griezmann engrandece su mito, Jan Oblak hace historia bajo palos y el equipo de Diego Pablo Simeone no solo recupera, sino que mejora a lo grande el 'goal average' (11-9) en la Champions League. Con su rival anclado en la lesión de Lukas Haraslin, el resto fue hilar, entretener y respirar profundo.